19/8/09

Feliz Aniversario




[Son las 19:22 horas (el reloj del blog está atrasado cuatro minutos) y acabo de empezar a escribir este post. Si alguna vez leyeron el post
"Feliz navidad", debo advertirles que éste es igual de aburrido, con peligro de ser peor.]

Sí, hoy es el aniversario del blog, y para los que no lo recuerdan (estoy seguro de que es el 99% de lectores... claro está, si tuvieramos 100 al menos) el primer post fue escrito por mi amigo Zarif, y se tituló "Canciones para derretir"; el mío lo empecé a escribir unas horas después así que no pude ser el primero en postear, a pesar de mi gran afán por hacerlo (emoticón de carita triste). Cuando empezamos a hablar sobre blogs, había sido Zarif quien dijo "pero hay que hacer el nuestro, podríamos contar historias y creo que estaría bueno" (no textualmente), así que creo que fue justo que la primera publicación del blog fuera suya (otra vez el mismo emoticón).

Durante la primera semana del blog posteabamos muy seguido, creo que fueron algo de siete u ocho en sólo esa semana, y aun nos teníamos que controlar para darle tiempo de leer a la gente. Cuando conversaba con mi amigo Esteban sobre esta prolifidad, él me decía que "todos empezamos así", pero que ya iba a ver luego cómo las ideas no salen tan seguido. Era cierto, durante buen tiempo estuvimos sin nada que escribir, pero el ingreso de nuevos miembros hizo que el blog se pudiera renovar y que algunos nos pusiéramos las pilas para seguir escribiendo.

Esperamos que los lectores que nos hemos "ganado" en este tiempo sigan revisando el blog, y nos regalen algún comentario, al menos de vez en cuando. Si de nosotros dependiera no habría ningún post aburrido, pero como dije antes, la creatividad por momentos puede escasear, y a veces lo que para algunos es entretenido, para otros es un "plomazo" (como este post, que lo es incluso para mí).

Y al igual que en algún otro post, en este toca agradecer. Gracias a todos nuestros amigos que soportaron nuestros insistentes "¿ya leiste el nuevo post?" en las conversaciones por messenger (en mi caso, también en las conversaciones por el messenger interno del trabajo); gracias a las personas que protagonizaron nuestras publicaciones (algunas de ellas sin saberlo... nunca); gracias a aquellos que leían los posts y los comentaban a pesar de que el escritor no fuera su amigo; gracias a aquellos que nunca se animaron a postear un comentario en el blog pero que le hacían los comentarios personalmente a los bloggers; gracias a los que leen el blog anónimamente (ahora con el contador de visitas tenemos una mejor idea de cuántos son); gracias a los que comentaron el blog anónimamente (aunque algunos de ellos hayan originado grescas intencionalmente); gracias a los que revisan el blog diariamente (y lo puedo saber porque tengo que aprobar el comentario el mismo día que el post es publicado); gracias a los que se tomaron el tiempo de responder la encuesta que alguna vez presentamos (y cuyos datos se borraron gracias al cambio de plantilla que alguien hizo); gracias a quienes nos animan a seguir escribiendo ("cuándo carajo vas a publicar algo nuevo"); gracias a quienes nunca nos han animado para dan a entender con actos cuánto les gusta el blog; gracias a quienes lo leen aunque no les guste; gracias a los que al leer mi mensaje personal del messenger ("se viene el aniversario del blog") se apuraron en preguntar si iba a haber celebración; gracias a quienes comentan el blog desde los enlaces en facebook que Diego y yo hicimos hacia esta web (más desde el de Diego que desde el mío... emoticón de carita triste otra vez) pero aun no se animan a entrar al blog; gracias a quienes nos felicitan por escribir en un blog aunque aun no hayan leído ninguna publicación; gracias a los nuevos miembros (todos los que no fueron los tres primeros) que nos permitieron hacer las publicaciones aún más variadas y cuyo interés en formar parte del blog nos animó, pues significaba que había gente a la que en verdad le gustaba (además implicaba nuevos lectores). En general, gracias a toda la gente que nos lee, porque aunque esto no es algo remunerado, es algo que disfrutamos hacer, y si sabemos que hay gente que disfruta de lo que hacemos, eso nos inspira aún más.

Esperamos que haya más aniversarios, aunque sabemos que eso significa poner de nuestra parte para no dejar que nuestro 'hijo' muera. Saludos a todos

13/8/09

Queremos ser Bricheros??


Brichero: dícese del descendiente de indígenas, con rasgos autóctonos, que causa atracción en mujeres extrajeras, envidia enmuchos hombres y, en otros como él, orgullo. Según encontré en internet, brichero viene de bridge, puente en la lengua inglesa, de lo que se entiende que de alguna forma los famosos bricheros no solo buscan, como la mayoría de hombres, una mujer hermosa a la cual querer y con la cual poder pasar una buena noche lujuria, sino que tiene como prioridad obtener intereses monetarios y aprovechar de estas gringas viajeras y de sus ahorros para alcohol y comida gratis, y si hay mucha suerte hasta un viaje al extranjero.

Estoy escribiendo sobre los bricheros porque en no más de 5 días he tenido de alguna forma experiencias muy directas con individuos de este tipo, algunas me causaron mucha gracia y otras una envidia gigantesca.

Cómo olvidar la última noche que fui al Queens (discoteca Piurana) y me encontré con mi amigo Fernando después de mucho tiempo, un amigo de bares, mujeres y vida bohemia, conocido por ser un brichero empedernido; cómo olvidar las veces que había conseguido en lima cuantas gringas colocaba en su mira, las traía a la mesa o a la barra con una simple sonrisa y algunas palabras, que con facilidad tras unas copas las llevaba a su departamento para seguir tomando algunos tragos y luego otras proezas. Esa noche en el Queens demostró sus habilidades bricheras en frente del Tierno (Diego Dillon) y Oscar, un amigo mío, que con incredulidad y sorpresa vieron como él se acercaba en cuclillas a una gringa que se encontraba en una mesa con un tipo y una gorda (muy parecida a un hummer rojo) se acercó por atrás y le tapó los ojos con las manos, mientras le decía: “hola, sabes quién soy?, te conocí cuando estuvimos en el Cuzco, te acuerdas como la pasamos de bien los dos juntos?”; lo cómico es que todo era una táctica para acercarse a ella, no la conocía, al instante se río con la chica, se sentó en la mesa, agarro la jarra de la cerveza del pata, se sirvió y comenzó a conversar con la gringa… 15 min después se la llevó para terminar la transacción. Claro que todos nos quedamos con la boca abierta y fue un tema de conversación de aquella noche, aunque claro, Oscar había estado con una alemana 6 meses y Diego (si recuerdan su último post) lloró por Clara y su adiós.

Un par de días después viajé con David (miembro fundador del blog) a Máncora para pasar un rato y disfrutar la playa y la vida nocturna. Como habíamos llegado un poco tarde no pudimos disfrutar de lo primero así que pusimos todos nuestros ánimos en la fiesta. Cuando llegamos a Máncora después de 3 largas horas de viaje, vislumbramos en las calles grandes cantidades de gringas y europeas muy guapas que caminaban muchas solas y otras con sus bricheritos al lado, que les susurraban al oído en un inglés muy chancado. David y yo comenzábamos a chequear la diferentes chicas que con poca ropa recorrían las calles, yo me fijé en una que caminaba a mi dirección guapísima, pelo negro, ojos azules, un cuerpito de modelo, fascinante… pero justo cuando pasó por mi lado... dios, dios, dios un olor nauseabundo, un olor a alas que no se lavan hace semanas salió de su hermoso cuerpo que al parecer no había recibido un baño hace buen tiempo.

Dos horas después de dormir, para recuperar fuerzas, fuimos a comer al restaurant del hotel donde había una oferta “spaguetti + 1 copa de vino 10 soles”, más que por la oferta nos atrajo un grupo de 5 gringas de las cuales 2 estaban muy buena, y para nuestra sorpresa habían en la misma mesa 2 bricheros, donde 1 de ellos estaba siendo succionado por una de las gringas que le llevaba 2 cabezas de distancia y 20 kilos de peso. Para suerte nuestra ninguna de las bonitas al parecer tenía algo con alguno de esos bricheros, pero como yo estoy con enamorada y David estaba con sueño no intentamos nada, solo observamos y luego nos retiramos tranquilamente.

Por ahí de las 12 de la noche compramos una botella de Jack y fuimos a una fiesta rave que había en la playa, ahí volvimos a encontrar a las gringas del restauran pero nuevamente, por nuestra falta de pelotas ni siquiera nos acercamos solo vimos de lejos como un conjunto de bricheritos bailaban y disfrutaban de ellas, mientras que la botella de whisky se iba acabando pudimos observar que las supuestas guapas gringas tenían uno que otro defecto que nos desilusionaban gigantescamente, como la falta de uso de máquina de afeitar en las axilas y olores que salían de ellas cuando estabas cerca.

Al parecer toda esa admiración que tenía sobre los dichosos bricheros, se combinó con asco al ver que esas chicas que de lejos parecían tan bellas, tan guapas, modelos de nuestros sueños, realmente eran unas chicas que fácilmente no se bañaban hace días, que seguramente se acostaban con cualquiera que se les cruzaba, que probablemente tenían muchas enfermedades y... qué clase de chicas serían, y aquí podemos poner como ejemplo de algo completamente opuesto a diego y su gringita, que sí tenía clase, era una buena chica, y que conoció como una chica normal a la que probablemente tuvo que conquistar con esfuerzo. Creo que esas gringas tal vez son tan bellas porque al nacer en Europa tienen esas facciones que a los latinos tanto nos gustan, pero muchas de ellas, que son tan fáciles de levantar y son el objetivo de los bricheros, no son más que esas chicas que ,si fueran peruanas, llamaríamos rucas y ni locos nos meteríamos con ellas, así que hay que observar bien a primera vista pueden parecer algo hermoso pero uno nunca sabe…

10/8/09

... Antaño... Colán...


Hace poco, mientras conversaba con un amigo de antaño, se nos vino a ambos a la mente cierta aventura que tuvimos, que nació como una idea espontánea y en cuyo momento parecía lo más oportuna posible. Yo hacía poco había salido de una relación larga, y la idea de salir y escaparme a un aire más fresco parecía la mejor opción.

Recuerdo que justo por esas fechas, había conocido a una chica, llamada Marie, de Bélgica, a través de una amiga cuyo enamorado es una persona que aprecio y estimo mucho (Un saludo quijadón! - se lo pasas Marynés); y al día de conocerla y reencontrarme con mis amigos, la idea de ir a Colán había quedado.

Claro, posteriormente a la euforia de ir a la playa, está el planteamiento de los requisitos indispensables (ropa... dinero... y... dinero...). Aun sin mayores ingresos (con tendencia a lo nulo), y con cierta independencia de los altos mandos ("no hay, hijo!, para otra!"), la idea iba perdiendo cierto brillo, pero no dejaríamos de divertirnos.

Previa noche a nuestra supuesta partida a Colán... contábamos con un total de 40 soles entre ambos, pero minimizando gastos (o sea cortando del presupuesto cosas como... platos a la carta, entrada a discotecas, mas de 2 cervezas cada uno, cosas dispensables claro) era posible el viaje.

Llegada la hora y habiendo optimizado gastos en Piura (o sea caminar hacia la estación de buses), era hora de partir, nos esperaba una aventura bastante peculiar en nuestro destino. En el camino de ida, tanto mi amigo como yo, no hacíamos más que imaginarnos y proyectarnos para lo que se nos planteaba (algo de hambre, muchas picaduras de zancudos y guardar la misma lata durante toda la noche).

En Colán, la primera tarea, encontrar techo o refugio. Gracias a las habilidades regateadoras de mi futuro compañero de cuarto, logramos un espacio a 7.5 por cabeza (gastos hasta el momento, 10.5 por cabeza - 3 soles de pasaje a Colán). Fuimos a encontrarnos con la gente y luego de recorrer la playa, decidimos echarnos a descansar antes de la 'prometedora' salida en la noche.

Aquí es donde, será por tener buena estrella o porque los planetas se alinearon, sucede lo más curioso del viaje. Alguien llamando a nuestra puerta, yo casi no reaccioné, Danny estaba echado e inmune al golpeteo de nuestra puerta. Recuerdo haber atinado a preguntar: Si?. Y desde el otro lado, alguien dijo: "Muchachos, quieren un ceviche?". No había escuchado palabras tan gloriosas en todo el día haciendo que ambos reaccionacemos al unísono. Al entreabrir la puerta, nos encontramos con el encargado del local (el dueño ya había ido a ver sus otros locales como luego nos confirmó el encargado).

Al parecer, durante el día, un grupo había pedido 3 fuentes de 30 soles y el encargado, también mesero y cocinero, había guardado esos ánimos y ahora los decidía compartir con nosotros. Claro está, que los ánimos de ceviche se ven mejor acompañados con un par de cervecitas, las cuales fueron a cuenta del mismo.

Luego de relatarnos parte de nuestras historias bajo el choque de vasos a cada "Salud!" y el transcurrir de 9 cervezas habiéndose unido un amigo del encargado, el mismo salvavidas de la playa, algo seguía sin cuadrarme. Hasta ese momento, yo había estado tomando con cierta precaución porque la bondad me parecía excesiva ante un par de desconocidos, hasta que soltaron cierta intrigante a la cual seguro ya tenían respuesta: "y con quienes han venido?". Ahi me quité la duda de que fueran gays y que hubiera un "extra" en las cervezas.

Su objetivo de tanta dadivosidad era juntarles al grupo con el que habíamos venido, cosa que hicimos. La noche había cambiado totalmente su proyección inicial, y mientras buscábamos a las chicas, no podíamos sino alegrarnos de nuestra suerte con gritos eufóricos (el alcohol podía ser también causante de dichas acciones). Luego de un breve intercambio de palabras, logramos juntar a todos bajo un mismo techo (el local del hermano del salvavidas, quien también se nos había unido).

A las mesas juntadas, llegaron dos fuentes tan grandes como la anteriormente ingerida y una caja más de cerveza (Ojo que hasta ese momento, los gastos seguían tal cuales). Pasada la caja, se me acercó el encargado y me comentó la idea de otra caja y tomarla en una fogata frente a la playa pero que podía costar alguillo - era momento de hacer pocito. Eramos 6, sin incluirme a Danny o a mi, y sin incluir a 3 (el encargado, el salvavidas y su hermano), entre todos teníamos que aportarles 15 soles a nuestros anfitriones, yendo de uno en uno, pidiendo 3 soles por cabeza, llegué a 18, y hubo alegría general.



Llegados a la fogata y con vaso en mano, empezamos disfrutando de buenas charlas, el frio opacado por la fogada y el alcohol poco a poco en ascenso. Sin embargo, ya la noche se hacía sentir y el cansancio parecía haberse guardado para la recta final. Como buenos caballeros, con el cansancio encima, fuimos a dejar a cada grupo de chicas a su respectivo lugar de descanso (quedando uno en un extremo de Colán... y el otro grupo en el otro extremo... quedándonos nosotros en el medio).



Aun con todo ese recorrido y tanto alcohol encima y teniendo aun 9.5 en el bolsillo, decidimos ir por unas cervecitas en la Camacho, a una cuadra de nuestro hospedaje; lo que no nos imaginamos era que estaríamos tan maltrechos que al darle unos sorbos a la primera botella estaríamos semidormidos en la mesa. Es más, mi pollofóbico (el término técnico sería ornitofóbico) amigo estaba ya brazos cruzados sobre la mesa, cabeza encima de las muñecas, ojos cerrados; yo, codo en mesa, muñeca en mejilla, ojos cerrados.

En ese momento de total modorra, se nos acerca una amiga, cuyo nombre hasta la fecha sigue siendo desconocido, ya que ni Danny, ni yo, nos acordamos de su nombre o de su rostro, quien estaba acompañada de más amigas, y había tenido la valentía de acercarse, pero nuestro estado anímico y físico no hubiera servido de entretenimiento ni para la menos exigente. Transcurrieron unos minutos más y decidimos que era hora de echarnos la siesta respectiva.

Hasta la fecha, seguimos recordándonos esa salida con 20 soles y beber y comer como los grandes, como una de las salidas más memorables, y recordamos esos pequeños detalles que son aún motivo de carcajadas, mientras se mantiene en misterio aún el nombre de nuestra amiga. La aventura siempre aligera penas y fortalece el espíritu... y unas muy raras veces... lo hace casi gratis.