15/12/10

Los fantasmas del pasado

Quién pensaría que estando en el cielo habría algo capaz de jalarte la pierna, sólo para mostrarte como realmente eres, nada más que un ser humano... no un superman... ni un super héroe, capaz de ahuyentar a los peores leones... o leonas... un ser humano tan depravado y débil como inseguro e incapaz.

De los peores azotes que pude recibir, me vino el peor de donde menos lo esperaba... mi pasado. Y de todos... el que más lamenté, el que me mostró tal cual, fue aquel que marcó el camino entre lo que yo quería, y lo que ella limitaba. El viento hizo el resto, mientras su paso se marcaba cada vez más lejos.

Ciertamente no se que pasará, pocas veces he sentido algo parecido. Me figuro como parte de un error y no como parte de un buen relato, aunque maldita sea, quería ser parte del presente y no un cuento de aquellos que se cuentan a los ñietos para que aprendan a gozar lo que vivan prudentemente y no revivan los errores que dañaron tanto a los ancestros.

Pocas veces he amado, pocas veces he realmente querido algo con tantas ganas, con cada maldita tripa, pocas veces mi mente y corazón concordaron tanto en que aquello que se estaba viviendo, era simplemente magnífico e irremplazable. Y sin embargo, tan frágil como el recuerdo de un sueño, que se desvanece en pocos minutos.

Es probable que el paso de lugar a un posible olvido, al menos para ella. Yo simplemente quiero desvanecerme, redimir mis actos, mis pensamientos... y sin embargo, se siente tan imposible; cómo avanzar si una parte de mi se aferra tanto al dolor, amor... por aquella persona que pudo ingresar como en su casa y ahora está tan lejana.

Tal vez estoy donde pertenezco, en este, mi charco de realidad; en este, mi espacio descuidado, donde alguna vez hubo inocencia, donde alguna vez anduvo el amor. Y es ahora todo tan claro... que el cielo es reservado para quienes lo merecen. Aquellos que lo pretenden sin ser invitados, reciben el silencioso dedo, con mirada desaprobatoria... y un empujón de vuelta a su realidad.

Extraño los detalles, extraño las llamadas, extraño ese motivo ardiente de volver a aquella ciudad, ahora tan llena de recuerdos, tan putamente llena de dolores... y es que esta pequeña, calurosa, y estimada ciudad, me está haciendo 'gozar' cada momento que en ella vivo. Tal vez la felicidad está lejos, en algun lugar, donde el pasado no exista, donde mi primer nombre sea el que se me ocurra mencionar y mis apellidos sean... los que mis padres con orgullo llevaron.

Y sólo resta, mandar otro lamento... por otro capítulo, que imaginaba infinito y que ahora, me veo forzado a cerrar. Si hubiera sabido que me sería arrebatado lo que ahora se me va, por aquel momento en que el estatus de humano me quedaba tan grande, por aquel momento, en que fui tan... pero tan débil..., y en un break mental... donde el asesinato parece un acto de egoísmo justificado; y sin embargo, tan lejano a la realidad, tan lejano a mis convicciones.

Tal vez tenían razón aquellos que no nos querían juntos, que tal vez éramos muy distintos... ahora es posible verlo todo.