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Amigos, en las buenas y en las malas, siempre ahí. Sin motivos de pena, siempre dispuestos a darte una razón para reír. Sin embargo, nos sobrevienen momentos de tristeza en los que preferimos ser del mundo uno más y pasar olvidados ante la vista de todos.
Por qué escribir sobre la tristeza? Lo que sucede en mayor medida, es que se busca comprensión o simple liberación, un desate de sensaciones que entre cólera, tristeza e ira nos mueven e incluso nos manejan si no somos precavidos.
Es correcto justificar el mal actuar en un arranque de esos que nos viene? Una equivalencia algo injusta pero que remarca mi punto de vista: un hombre/mujer en un arranque de celos, mata a su pareja. Vale decir: "oops! no pues, entiéndame, me dió cólera"?. Ya mil veces he leído que desde que se aprendió a decir "lo siento...", la gente dejó de preocuparse por el daño.
Y sin embargo, estos días he estado algo triste, por una amistad que pensaba invaluable... simplemente llegó a su final sin motivo, razón y donde lo único restante que me queda es asumir circunstancias. Siempre he querido pensar lo mejor de la gente, y hasta hace unos días, lo tenía clarísimo. Pero, qué hacer cuándo ya todo es demasiado obvio y realmente esa persona no te apreciaba tanto como pensabas? Realmente, cuando más debía valer la amistad, es cuando menos importancia le dio.
Pero bueno, si ese alguien no valía realmente, entonces, deberé yo afectar mi forma de pensar por su culpa?. Realmente creo que no, no digo mantenerme inalterable ante todo (lo que tal vez sería una forma de "defensa emocional"?), pero ir restringiendo más las personas que me puedan afectar (tendencia a ´null´).
En fin, no puedo justificar los maltratos por un simple estado de ánimo, ni justificar los ceses de amistad (claro que no es como un cese de pareja... las amistades en teoría no piden nada a cambio, sólo un hablar desinteresado, una palabra de aliento y unas palmadas en la espalda para levantar el ánimo).
Hace poco, un amigo me contaba como le comenzaba a interesar cierta persona. Esta cierta persona, con enamorado y a punto de terminar con él. Sólo pude decir con certeza: Alejate hasta que se aclare su asunto (y sonando medio cliché); el ciclo se repetirá hasta que alguien rompa la cadena. Y es que la verdad, en la mayoría de casos, si uno piensa y se ilusiona pensando que será el último de esa cadena... está siendo tan tonto como para pensar desde día 1: "con esta persona me casaré".
Este año de cambios me comienza a fastidiar, lo de trabajar rutinariamente, asimilar los pequeños detalles, los interactuares hipócritas, las miradas de altanería de ciertas personas mayores, o las amigables de otras, se vuelve un submundo algo estresante. Algo que todos ya seguro saben, nadie nunca quiere cargar con la responsabilidad de algo, por temor a caer en error; sin embargo, no he encontrado nada más gratificante como aprender de mis errores, y algo mejor aún: superarlos.
En fin, si sigo divagando, probablemente termine escribiendo sobre "por qué el Perú está tan cagado?" y cosas parecidas.