13/10/15

A chambear dijeron!

Hace algún tiempo que pasé de ser financieramente dependiente a ser independiente. Estuve en plan de seguir lo que haya durante un par de años (lo que incluyó cubrirme de pota, regresar oliendo a pota, apestar a pota, etc), hasta que encontré un que me gustó y me dio holgadas salidas y buenos ahorros; mejores horarios que los trabajos anteriores pero requería despertarme a diario a las 4:45 am, para viajar durante más de 1 hora y media al destino... todos los días en temporada de pesca.



Durante ese tiempo, recuerdo pensar que me iba sintiendo mejor respecto de los trabajos que iba realizando, pero siempre... siempre encontraba un gran "pero" que me subía los ánimos a seguir buscando. Esa idea de "merezco algo mejor" que nunca desapareció durante esos 4 primeros años.



Debo confesar que salir de esa zona de confort es difícil; aventurarse a algo nuevo sin saber lo que vendrá, cuesta... y mucho. Terminé renunciando como lo venía haciendo para entrar a una etapa de "choque y fuga" con 3 trabajos en 1 año casi en una ciudad distinta a la mater. Para los conocedores, saben que es un tiempo muy corto para los posteriores entrevistadores, pero es parte del riesgo.

En el tiempo de esa etapa, me volví experto en lo que "buscan" las empresas, aprendí como venderme en las entrevistas, me leí cuantos tips hay en internet sobre las entrevistas, cómo mejorar mi CV y la imagen que se debe proyectar en persona. Me encontré descubriendo que no quiero especializarme, sino saber la gestión en cada oportunidad que tuve... ampliar mi abanico de posibilidades ante distintos escenarios de gestión. Son cosas que la necesidad nos hace aprender. La necesidad es tremenda fuerza motriz.

En resumen, estuve una petrolera, en una financiera y en una empresa norteamericana... y cada vez que me iba, siempre había alguien que me decía que hubiera estado algo más de tiempo, cómo vas a renunciar, hay chambas peores, que no sea malagradecido, etc. Pero siempre volvía a mi lógica que inició esta revolución: "merezco algo mejor"... lo que conllevaba a pensar que "debía haber algo mejor".

Me encuentro ahora, en una empresa, donde me siento contento, incluso trabajando sábados. Me siento apreciado y respetado; en este momento, mi lógica se siente calmada... por ahora. Se, muy desde adentro, que el desenlace inevitable de mi lógica, es tener algo propio... y eso propio, hacerlo lo mejor para mi y los que se embarquen conmigo en esa aventura... a su tiempo.

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