Feliz Navidad

Y siendo las 22:26 horas del día 23 de diciembre del presente año, me encuentro sentado aquí, en mi cuarto, frente a mi laptop, escribiendo un post, lleno de una creatividad tan increible y prolífica, tan desbordante y tan zafada de reglas, tan alejada de fechas de celebraciones, que se llama "Feliz Navidad", con la lógica esperanza de que esta entrada sea leída como máximo el 25 de diciembre, aunque considerando lo seguido que algunos revisan el blog lo más probable es que lo lean durante bajada de reyes.

Para quienes aún no se acostumbran a mi modo de escribir... lo anterior fue un sarcasmo, ando tan falto de ideas últimamente que accedí a hablar sobre el tema más recurrente en estas fechas, eso y el hecho de que mi vida se tornó gruesamente rutinaria durante las últimas semanas.

La navidad es una celebración bastante extendida; incluso se celebra en lugares en los que no se cree en Cristo (o al menos eso creo), pues a pesar de su origen, no es una fiesta puramente religiosa, sino principalmente social, y de eso pueden dar fé los vendedores de juguetes, los dueños de líneas de transportes, las panaderías, los decoradores de iglesias, entre otros.

Cuando era niño, no podía esperar a que llegara el 24 de diciembre, para comer panetón, beber chocolate y recibir alguno que otro regalo por ahí (no hablemos del pavo, soy vegetariano), pero poco a poco, los regalos se hacían más infrecuentes y el chocolate me iba dando cada vez más calor, sobre todo porque desde cierta edad empecé a pasar mis navidades en Piura, y no en Lima, donde, si bien es cierto no hay un clima de nevada, al menos me permitía beber chocolate sin temer que alguna gota de sudor emitida sorpresivamente de mi cuerpo se confunda con la bebida en cuestión.

Ahora, muchos años después, se podría decir que he perdido en cierto modo el espíritu navideño, pero no por el hecho de tener cierto resentimiento o algo parecido contra la navidad - no soy un grinch ni nada por el estilo -, sino que, tras notar lo evidentemente comercial que se hace esta fecha, opto por tomarla como cualquier otra, esto me da la excusa perfecta para no ayudar en las decoraciones de arbolitos de navidad o de nacimientos, y vengo haciendo lo mismo año tras año, lo que, aparentemente, empieza a disgustarle a mis padres y hermanos. Sin embargo, no soy completamente ajeno a esta fiesta, suelo transmitir una emulación casi completa de alegría hacia
la gente que me rodea: me pongo "feliz navidad" en el mensaje para mostrar del messenger, doy abrazos a todos aquellos que veo especialemente felices en estas fechas (y a mi familia, claro está), envío postales navideñas (en realidad esto no lo hago nunca, sólo si para esas fechas hay alguna chica que me gusta, entonces se la mando a ella, y a algunos cuantos para pasar 'caleta') y prendo mi chispita mariposa con mi hermano menor mientras le explico lo malo que son los juegos pirotécnicos (sí, todos tenemos un estúpido dentro).

Aunque hasta esta parte haya sonado a gruñón, debo confesar que, en realidad la paso muy bien ese día; algunos gestos de alegría son muy sinceros, otros son meramente protocolares. Pero si la paso bien es porque estoy en familia, y ante el conocido cliché: "no deberías esperar a navidad para pasarla bien con tu familia" (bueno quizá no sea tan conocido, lo acabo de inventar, o parafrasear), yo diría que las fechas especiales, como la navidad, son días como cualquier otro, pero en el que tienes más presente que en cualquier otro día, el pasarla bien con una persona (o personas).

Este post, muy corto, y que probablemente no hay colmado las espectativas de nadie, es sólo para desearles feliz navidad a todos: a mi familia (ninguno lee el blog), a mis amigos de siempre, a los que encuentro de vez en cuando en el messenger, a los asiduos lectores del blog (osea Oscar y yo...algo de egocentrismo en ese saludo), a los menos asiduos pero espectantes (...), a los que comentaban, a los que no, a los potenciales lectores (que probablemente lean esto mucho tiempo después), a la gente que mencioné en mis posts, a las chicas (reales e imaginarias) mencionadas en mis desventuras (las que intenté no se parezcan a las historias de 'busconovia', sobre todo por la crítica de mi amigo Esteban), a la chica a la que le mandé la postal de navidad este año (aunque creo que no lee mi blog) a pesar de tanto tiempo sin vernos - lo que probablemente seguirá así -, a la gente de mi chamba (que siguen prometiendo que leerán mi blog y hasta ahora no lo hacen), a mis amigos de juegos en línea (a los que sólo conozco virtualmente), a la nueva gente que conocí este año (real e imaginaria, postal girl again), a mis compañeros del blog (todos los cuales son amigos míos, y uno de ellos sigue en deuda porque aún no postea nada...en ESTE BLOG)...en fin, espero no olvidarme de ninguno, espero que ninguno se olvide de mí, y espero que lean este post antes de bajada de reyes.

No sé si sea el último post del año (viniendo de mí, claro está), y claramente no es el mejor. Prometo escribir un mejor post en los próximos días, aunque quizá necesite algo de inspiración...¿alguna interesada?

FELIZ NAVIDAD