7/5/09

Viajar… ¿sufrir…?


Para viajar basta un motivo, una razón que nos mueva a alejarnos de nuestro tiempo y espacio con tal de satisfacer nuestra necesidad. Gozar con el simple hecho de pensar en lo que está por venir, de lo que viviremos en nuestro destino, es algo suficientemente inspirador como para aguantar lo que venga con la mejor de las actitudes.

Eran los días posteriores a las fiestas de navidad cuando se acercaba una fecha de particular importancia familiar, el cumpleaños 85 de mi abuelo. La fecha y el año, trae cierta remembranza de lo que vale, lo trascendente, y te hace valorar lo importante: la familia. Se empezaban a trazar mentalmente los planes para vivir la fecha anhelada. El viaje se visualiza como un breve instante, es algo que ni siquiera se toma en cuenta. Lo usual es imaginarse por arte de magia en el destino disfrutando las posibilidades, como yo hacía; que iluso era.




El motivo bastaba para hacer que me decida por darle el abrazo personalmente a mi querido abuelo, para soportarlo todo con la mejor de las caras, y emocionarme con la idea de lo que estuviera por venir. He de mencionar que la sazón de mi abuela es muy buena y siempre nos ha sabido engreír cuando se juntaba la familia, principalmente en Navidad. A eso he de añadir que mi enamorada se encontraba por allá; por lo tanto, motivos para ir, no me faltaban.

El viaje era de Piura a Tumbes, 5 horas de viaje (más o menos dependiendo de la línea de transporte que se elija y la hora), y dada la disponibilidad de tiempo de la familia, sólo podíamos ir mi mamá y yo. Media hora antes de viajar, me entero de que íbamos a llevar la torta con nosotros. Supuse, muy inocentemente, que la llevaríamos en algún envase de metal para que resistiera mejor cualquier golpe que pudiera recibir (lo cual era muy probable), pero, el contenedor sería el mismo con el que nos fuese entregado (cartón delgado).

Bueno, un inconveniente no bajaría los ánimos, la meta aún se vislumbraba igual de radiante y emocionante (ya que entre mi mamá y yo, pues no dejaría que sea mi mamá quien lleve tal carga). Partiríamos a las 12:15 desde Piura (medianoche), llegando 5 am a Tumbes. La carga de los maletines personales era regular debido a la cantidad de encargos, pero manejable con algo de esfuerzo.




Por motivos de confidencialidad, no diré la empresa en la que viajamos. Al llegar a la terminal ubicada en la Av. Sánchez Cerro #1119 y subir a nuestros asientos, caímos en la sorpresa que nuestros asientos habían sido ocupados por una señora que rondaba los 50 años y su hija incapacitada (obvio que la empresa no nos dió previo aviso al respecto); fuimos a sus asientos y uno de ellos tenía el respaldar malogrado. Se reclinaba con el simple hecho de recostarse y se iba hacia adelante con sólo separarse del mismo.

Anteriormente, un tío nuestro había viajado a Piura por negocios y nos había contado que en su viaje había tenido la "fortuna" de viajar en un asiento con el reclinar malogrado. Eso había sucedido hace varios meses ya. El asiento debe tener una falla tan misteriosa que les sea imposible repararla.

Pero bueno, los inconvenientes se iban acumulando: viajar en un asiento que parecía mecedora, con torta en el regazo y mochila entre las piernas. Lameta aún poseía el brillo especial; con mentalidad positiva todo se hace más llevadero, aunque tenía algo de letargo por el largo día. El sueño haría su trabajo y las horas pasarían rápido. El clima cambió y lo que empezó como una suave llovizna, pasó a ser luego una lluvia; la misma hubiera pasado desapercibida de no haber sido por los huecos que poseía el techo del vehículo, dichos orificios acumulaban cierto líquido y dejaban caer grandes gotas sobre mi cara cada ciertos segundos. De tal manera que cada vez que el sueño estaba por darse... una gota saltaba a "mi rescate", como aquellos compañeros de clase que no te dejan dormir.



Para mis adentros me decía que todo era por un bien superior, no dormiría pero al llegar tendría suficiente tiempo para descansar, 5 horas por lo menos y luego empezarían mis actividades. La lluvia paro, dejando parte de mi asiento mojado, y el lado de la ventana dejaba sentir su humedad. La meta aún se mantenía, con menos firmeza y menor brillo... pero suficiente para sobrellevar los inconvenientes presentes.

Llegamos a nuestra meta, no sin mencionar que los ronquidos de los demás transportados hicieran la faena antes dejada por las gotas de lluvia (despertarme cada cierto lapso de tiempo), y me dispuse a descansar en el primer mueble que encontré, ya que de antemano sabía que no habría cama para mí. Nuevo inconveniente: zancudos. Al no haber dormido más de 10 minutos seguidos durante 5 horas, haber tenido inconscientemente que cuidar que la torta no resbale de mi regazo, estar mojado (tanto por el sudor como por la lluvia, el calor tampoco ayudó) y tener 50 zancudos dispuestos a darse un festín a costa de mis pocos ánimos para levantarme y darle muerte a cada uno de ellos, puedo decir que el fin ya me daba por el culo.



Pasó una hora y media y los zancudos abandonaron su tarea por hacerse claro el día... por media hora dormí tranquilo... hasta que el sol decidió que el fresco clima de la mañana era excesivo para Tumbes y se alzó recio e inmisericorde, pronosticando que sería un día particularmente caluroso. Estando sin polo, con un short y en sandalias, y mi única salida era estar en la ducha, razón por la cual ese día me bañé 8 veces (2 veces con balde).

Haciendo memoria de lo que viví ese día, puedo alegrarme de que fueran inconvenientes pequeños, todo siempre pudo ir peor, cosas insuperables, como lo puede ser la muerte o algún violento atraco; el sueño lo recuperé durante el transcurso de la tarde, media hora luego de cada baño en que mi cuerpo se mantenía fresco; los ánimos mejoraron al probar la sazón de mi abuela y reencontrarme con mi enamorada; tuve suerte que no tomaran acción los varones de su vecindad al verme con ella, fuera de silbidos y vociferar estupideces. Algo aprendí de alguien más sabio: "Saber apreciar lo que se nos da, incluso si parece pesado o malo; siempre puede ser peor".

7 comentarios:

Wences dijo...

Jajaja, bueno eso le ha pasado a todo mundo en algún momento de su vida y puedo decir que hasta más de una vez, jaja, y claro debes agradecer a dios por lo tierno que eres...xD....hubiera sido peor ..xD...ya que suficiente chinas en el mundo.....xD

David dijo...

yo sé lo que es viajar en una empresa barata... y no voy a dejar el nombre de la empresa de lado
Y es que hace algunos años, antes de la renovación de TEPSA, era una empresa recontra jodida y muy poco seria, y no sólo por los carros tipo lata de sardina con asientos de 30 centímetros de ancho y sin poderse reclinar más de 8.5°, sino que los choferes tenían la concha de irse a dormir a la bodega del carro. Así una vez encontré mi maletín descosido, mi monedero (sí, era chibolo y cojudo y llevaba el monedero en un maletín y no en mi pantalón) ausente, y mis lentes recién comprados nunca aparecieron (no me habían costado mucho pero con la propina que recibía en esa época, la pérdida de 10 soles o más ya era bastante sufrimiento para mí).

En fin ahora viajo muy poco (no lo hago hace 7 años) y me gustaría volver a hacerlo, pero no en un carro como el que describes, o en alguno como esos TEPSAS antiguos.

P.D.: nunca he viajado en avión ^^'

David dijo...

wences, yo tampoco entendí lo de las chinas

Zarif dijo...

Quien no ha tenido un mal viaje, recuerdo cuando viajé a huanuco y el carro tuvo que pasar x Ticlio, ptm era una sinfonía de vómitos, increible y el aroma, fuera del soroche y el frio de la gran puta, era un carro malo y 14 horas de viaje! creo q en eso gano!!, llegue a vomitar como nunca en mi vida!!

Y wences que es lo de las chinas!?

Danny dijo...

...yo pensé que habías escrito sobre las 7.5 lukas mejor gastadas de la historia jajaja! x)

analia dijo...

leyendo el post recuerdo los 5 años de mi vida q viaje unas mil veces el trayecto chulucanas piur ay viceversa.
de las 1000, 998 oportunidades con un maletin incargable
unas 300 a más saliendo a ls 5am!!!! para llegar a clases de 7am
unas 999 esperando mínimo 1 hora para q el recontra maldito bus se llene
otras 800 saliendo dsd el muy ordenado terminal de castilla
unas 100 viajando al lado de tipos con olor a cigarro alcohol y otros!!!!
sin contar los hermosos viajes de verano donde el sol te daba en la cara, y donde habia la posibilidad q no te toque ventana q se pueda abrir...
podría seguir describiendo esa parte tan insoportable de mis 5 años de vida universitaria, donde todo lo escrito por diego se repitió fin de semana tras otro, a lo q agregaría viajar parada en el último carro de las 9pm, con una q otra sra comprensible y con gestos maternales q me indicaba me sentara en el costado de su asiento,porque me!!! se estaba qdando dormida de pie!
y siempre mi estomago recuerda él típico de los sábados a la 1 ó 2pm, donde las ganas de llegar rápido al hogar me hacían viajar sin haber probado bocado!
las más aventureras la de los domingos 8am, porque llegaba de alguna q otra juerga a las 7am!!!!...y donde asustaba al compañero de turno xq esta srta parecia estar desmayada, pero en sí era sueño profundo jajajaja...
pero leyendo la última parte del post!!!! concluyó q valió la pena!!!...sobretodo llegar a recibir los mimos maternales,tv con cable y comida caliente ahhhh jajajajaja

Priscila Guerra dijo...

Diego!
Me gusta tu manera tan peculiar de "enganchar" a los lectores.
Y aunque aún creo que son muy largas tus publicaciones, me gustan mucho.
Sigue mejorando ;)
Saludos Gordooo!