16/11/09

... como para romperse el higado

Y puede ser un día en que el sol salga resplandeciente, sin llegar a ser agotador, sin hostigar con su presencia. Un día en el que, incluso, una llovizna despertina hace que amanezcas fresco y con ganas de empezar el día con el mejor de los ánimos. Puede ser uno de esos días en los que, tu pie derecho pareció destinado a ser el indicado para el comienzo de un nuevo día. Pero siempre, siempre puede haber algo, que sea capaz de bajarte el ánimo, y ponerte en un plan de cólera increible... como puede ser... ciertos personajes "vivos", o "pendejos"...

Varios celebran sus victorias, otros chancan a los pendejeados o avivados, otros no hace nada, y un muy pequeño porcentaje, hace algo al respecto. Tal vez sea conformismo, o el hecho de no querer traer mayores males, entiéndase por el dicho "violencia solo acarrea más violencia"; claro que el hecho de no hacer nada, puede tener muchos motivos por los cuales justificarse (supervivencia, bienestar familiar, o total asimilación del mal).

Durante mi corta y torpe vida, he vivido ciertas pendejadas, evitado otras, sin haber sido asaltado, para suerte mía. Supongo que puedo relatar algunas y evitarles huecos en sus hígados por culpa de algunos infelices. Cambio de divisas!, los conocidos cambistas de esquinas, estos personajes, tantas veces golpeados, persisten en su ligero oficio de mano rápida, haciendo 50 cambios de billetes, con el fin de aturdir al cliente y dejarle con menor dinero del que realmente debería tener. Otorgar cierta tasa de cambio e inventar cualquier excusa (como que el billete está medio doblado e intentar darte una menor tasa de cambio) para devolverte "tu billete" o la típica, que es darte soles falsos.

El dichoso mercado de Piura, la joya de Piura, donde la maña es la nueva verdad, donde incluso niños de 8 años con inocencia aparente, son capaces de burlarte (o intentarlo) por ganarse unos céntimos o soles. O vendedores ambulantes de limones que guardan siempre un limón en su mano al poner los limones en tu bolsa y terminas con 10 limones habiendo pagado por 15. Entonces, que cagada, uno no puede al final fiarse de ningun suceso, vivir paranoico es la única salida? Vivir en una sociedad donde se busca timar, donde el hurto " y la viveza" son recompensados.

Estoy seguro que en miles de partes del mundo, salen ideas originales para robar, pero que vergüenza que Piura, sea un lugar tan lleno de gente de mierda, capaces de volver un vecindario tranquilo en escena de robos a mano armada, sin respeto alguno por la edad, y a veces, de manera estúpida. Ir por la calle, ofreciendo un boleto ganador de la lotería, o la "falta de documentos" para cobrar cierto vale de dinero (o pagaré), o el, ahora, robo de moda, subirse uno confiado en un mototaxi, donde luego de un par de cuadras, se trepan dos mandriles más con el fin de robarle al infortunado pasajero.

Lo peor es que uno no puede fiarse de las motos lineales o los taxistas, porque en cualquier momento, puede alguno de ellos desviarse con el fin de quedarse con las pertenencias ajenas. Supongo que el crecimiento de cada ciudad viene de la mano con cierto incremento en la delincuencia, pero también con el progreso económico, no sería lo ideal que también progresen las autoridades, para cumplir algo tan básico como el bienestar de los ciudadanos. Si vemos a cada ciudad como un mercado en el que cada uno paga por recibir satisfacción del producto (paga impuestos, por producto puede entenderse bienestar). Si uno no se siente satisfecho, se verá molesto o fastidiado al tener que pagar sus impuestos. Pero claro, si los de arriba, se zurran en los ciudadanos ordinarios y sólo bailan al son del dinero, siempre será nada más que un ideal.

No se la verdad, entre tanto ajetreo, al parecer, uno debe de hacerse de un tercer ojo ante cualquier transacción. Lo vivido te deja una lección duradera, esperemos que la lección no sea tan fuerte como para marcarse en la personalidad, odiaría volverme alguien prejuicioso, que vea a cualquier desconocido como otra fuente de decepción, volverme amargado. Ver sólo el lado negativo de las cosas, es ser tuerto e injusto, pero entre la bilis que se libera y las constantes decepciones e historias que me llegan de personas cercanas a mi, que sufrieron este tipo de percances, como que llega a romper las pelotas (perdonen la sinceridad).

1/11/09

... mujeres, mujeres!

Un hombre puso un aviso en los clasificados: 'Busco esposa'. Al día siguiente recibió cien cartas. Todas decían lo mismo: 'Podés quedarte con la mía.' - Anónimo

Siempre he leído y escuchado que los hombres somos tontos o lerdos para entender o captar las sutilezas con que las mujeres quieren hacernos ver lo que nos quieren decir. Una simple mueca, puede ser un grito callado de auxilio, una frase tan sutíl como: "Todo está bien", puede realmente significar que estás recontra cagado y que más te vale inventarte una máquina del tiempo para rehacer tu daño porque se te viene una que ni a tu peor enemigo se la podrías desear (tal vez a él si).


Ahora, vienen a tema, también la sutileza con que las mujeres reclaman la falta de atención, incluso al más mínimo detalle. Lo curioso es que si la pareja realmente notara cada pequeño detalle, la mujer se aburriría y terminaría estando con alguien cuya atención sea totalmente lo opuesto.


X: No Ruperto!! Tu nunca notas nada, ni incluso cuando me corto el cabello!.
Y: Te has cortardo las puntas, ALGUNAS puntas, unos milímetros!! Como saberlo?!?.


En esos casos, la salida de algunos es agachar cabeza y disculpar su grandísima falta (Que osadía haber obviado esos detalles - COMO SE ATREVEN), otros, muestran su valía y dicen todo lo que ellos hacen por ellas...

Y: Yo trabajo, traigo alimento, dejo el jabón libre de pelos y sólo pido un momento de paz, caramba!!.


Sin embargo, esas cosas ya son de pareja y cada uno sabe a lo que va al embarcarse en tal travesía. Pero qué sucede cuando no existe algo a lo que aferrarse, una certidumbre sobre lo existente - o sea cuando se está afanando a alguien. Pruebas válidas para algunos, pueden ser simples gestos de amistad para otro (así ese "algunos" equivalga al 99% de las personas).

O sea que unos gestos de coqueteo, pueden ser simples muestras de interés para otro. Una sonrisa fuera de lugar, el hecho de hacer con alguien lo que no se hace con el resto, los roces de manos, o cogidas de mano, las miradas, algún juego tonto entre ambos, las indirectas dichas o hechas, en fin!. Tanta señal posible que ahora resulta no ser una verdad dicha, sino una verdad relativa. A todo esto, añadir la forma de ser, porque puede que alguien, por lo mismo que es tímida, pueda solamente mirar de reojo a alguien y ser su única señal de interés.




Ahora, vale vale, dicen que el hombre es quien deba dar el primer paso, pero ahora está el asunto que, si es detectado y realmente la otra persona te ve como un simple amigo... fregaste! - No amistad, ni nada más. La frialdad posterior del trato es tal que simplemente te nace no hacer nada para la siguiente vez.

Ahora, qué sucede cuándo... un hombre, hecho y derecho, se enfrenta a algo nuevo, como las tan vistosas y exóticas extranjeras, que no saben que esperar de este mozo desarreglado y algo lanza, y muchas veces sólo van de pasada. Pues sencillo, entra una nueva variable a tallar, la cultura de la chica, donde las indirectas son tan directas que sólo un bruto podría no entender.

X: No!, no quiero salir contigo.

-
X: Claro, saldremos solo los dos? - acompañada de una sonrisa.


Entonces, he de detenerme a pensar y pensar en qué realmente puedo basarme para dar el siguiente paso?. Qué realmente es lo que pasa por la mente de las mujeres?. Cuantos filósofos han muerto sin dar con la respuesta (algunos dicen que se suicidaron). Pero entre tanto ir y venir, qué realmente podemos hacer?.

Los momentos de riña es cuando uno desea que las frases dichas sean realmente lo que signifiquen, que el "Esta bien" y el "no te preocupes" realmente sean lo que son, pero bueno, está el dicho: Mujer que no jode, es hombre. Así que, sólo queda darse un respiro y como bien dicen, no entenderlas sino escucharlas porque bueno, no queda realmente otra opción. Vale la pena el esfuerzo a fin de cuentas.