27/9/10

Allí, donde el volcán y el lago encontraron la paz


Este post no lo escribí yo. Nuevamente mi amigo Bernardo me pidió postear algo a través de nuestro blog y accedí a su petición, aunque esta vez no lo avalo (insertar aquí emoticón de "equis de"):

Allí, donde el volcán y el lago encontraron la paz

Se cuenta, que la ofrenda de una virgen sublime en virtudes,

calmó la ira del volcán de esas tierras, mas apenas consumado su sacrificio,
tal cuál lagrimas del cielo, congeladas por el frío invierno,
cayó nieve, y despúes de una larga encrucijada con el fuego y la lava,

aquel volcán, se terminó calmando.


Pero he allí, que la nieve se transformó en torrentes,

y ocuparon las partes bajas de la región,

empezaron a descansar, para convertirse en paz y vida,

tal que esa paz aún se refleja en las aguas de aquel lago.


Mas cualquiera que pase por allí,

puede compartir su mente curiosa, su corazón atribulado, o una alma inquieta,

y el lago les brindará su tranquilidad,

y el volcán desde la imponencia de su magno nevado, compartirá su grandeza,

y el sol, aunque escondido entre las nubes, iluminará con su luz brillante.


Tal es la grandeza de la naturaleza,

que le devuelve al hombre su lugar en el mundo,

que no pocas veces,

pierde en los vaivenes de su existencia.

1 comentario:

Tierno Exponencial dijo...

maaaaaanya Bernie!
Interesante relato a manera de poema.

Espero no te haya traumado tanto el terremoto :D - broma!.

Un abrazo, a ver cuando te vienes por Piura.