24/7/09

Cuarta página: indecisión





[Cuarta y última parte de la historia. Para entender esta página se deben leer las anteriores]



La propuesta de un segundo encuentro decía mucho, la vergüenza con la que Marta abandonó la conversación la delataba, y el cuento que había escrito podía hacerle pensar cosas a cualquiera. No era necesario atar cabos, éstos estaban unidos desde el principio, pero Hugo no había querido creerlo; ahora las cosas estaban claras para él, como también estaba claro que no podía volver a acceder a otro encuentro con Marta, no podía volver a verla en una circunstancia como la de la última vez, era demasiado riesgoso, no por el peligro de caer en la 'tentación' (Amén), sino porque si Martín se enteraba de que ambos se habían visto "muchas veces", la sospecha de una posible traición muy probablemente empezaría a rondar su cabeza. No quería eso.

Todo había pasado demasiado rápido, Hugo aún no terminaba de acostumbrarse a la idea de que algo así pudiera pasar con la ex de uno de sus mejores amigos, las cosas habían ocurrido en el orden equivocado, con las personas equivocadas y en el tiempo equivocado. Todo lo ocurrido lo mantenía pensativo la mayor parte del día, lo llevaba a plantearse algunas preguntas: ¿había estado bien encontrarse con Marta?, ¿debió hablar con Martín antes de salir con Marta?, ¿debió
contarle a Martín sobre la segunda invitación de Marta?, ¿debía contarle todo ahora y acabar con la idea que Martín tenía sobre Marta o debía dejar que su ilusión por ella se vaya desvaneciendo con el tiempo, poco a poco?

Durante los siguientes días no volvió a ver a Martín ni a Marta; en cambio, conversó muchas veces con José, le pidió consejo para poder tomar una decisión respecto a todo lo que había ocurrido. Después de mucho pensarlo, Hugo tomó una decisión: le contaría todo a Martín, pero no ahora, aún estaba muy afectado por su rompimiento, ahora su dolor sólo aumentaría, ahora sólo le haría más daño. A José también le pareció buena idea, es más, le propuso que ayudaran a que Martín se olvidara de "esa chica", saliendo más con él, presentándole a alguien que le pudiera interesar, haciéndole entender que esa mujer "no era para él", sólo era cuestión de planificar un par de cosas y Martín estaría muy pronto nuevamente en el juego.

Lamentablemente, por cerca de dos o tres semanas, el plan no pudo iniciar su ejecución, Hugo y Martín no se habían vuelto a ver, y José andaba demasiado ocupado.

La siguiente vez que se volvieron a encontrar los tres, fue en un viaje que hicieron con un grupo de amigos. En ese viaje Hugo hizo todos los esfuerzos posibles por meterle en la cabeza a Martín que debía olvidarse de Marta, que si las cosas no habían funcionado era el momento de voltear de página y ahora sólo debía pensar en lo que vendría; lo hacía bromeando lo suficiente como para quitarle cualquier asomo de situación dramática o trágica. José, en cambio, no parecía querer colaborar mucho a "la causa", se reía de las cosas que Hugo decía, pero no aportaba ningún consejo extra, no le hablaba directamente a Martín para hacerle entender que era el momento de olvidar. Todo esto extrañaba mucho a Hugo; en ese momento no le preguntó nada a José, pero las dudas que tenía no podían quedarse sin resolver.

Al regresar a la ciudad donde vivían, Hugo y José conversaron. Hugo comprendió a qué se debía la actitud de su amigo durante el viaje, y es que en algún momento de éste, Martín le contó a José que había regresado con Marta.

- "Si no me lo decías no tenía modo de imaginarlo"
- "Sí pues, cuando Martín me contó que habían regresado yo pensé que me estaba vacilando, pero se puso serio, así que creo que es cierto"
- "Oe pero, en serio, no entiendo, si pensaba regresar con él, ¿por qué chucha me buscó?, o sea que no joda ¿no?"
- "Sí pues, Martín me dijo que Marta le había dicho que después de lo que pasó se dio cuenta de que en verdad sentía algo por él, así que ambos decidieron volver. Pero pa mí que como vio que tú no le ibas a dar bola mejor regresó a lo seguro"
- "Jaja, cagada. Bueno no sé, pero con esto que ha pasado creo que lo mejor será contarle de una vez a Martín que me encontré con Marta, para que vea bien cómo son las cosas. Si a pesar de eso quiere seguir con ella ya es bien huevón pes".
- "No sé ah, yo lo veo bien templao".

Desde la reconciliación de Marta y Martín, éste último se había alejado mucho de sus amigos, le brindaba bastante más tiempo a su relación, lo que dificultaba que Hugo pudiera contarle sobre la salida que tuvo con Marta. Cada vez que Martín decía que llegaría a una reunión planificada por sus amigos, la espera no rendía ningún fruto, y cuando lo llamaban para preguntarle la razón de su ausencia, el nombre de "Marta" siempre ocupaba el centro de la página. Hugo sabía que la conversación pendiente debía ser personal; por esta razón, cuando tenía la oportunidad de ver a Martín 'conectado', le decía que tenían que conversar algún día, que hacía mucho que no se veían, ante lo cual Martín siempre respondía que la siguiente vez no fallaría. Así, poco a poco, muchos días fueron pasando, hasta que en algún momento Hugo olvidó el tema.

Luego de un mediano descanso, Hugo volvió a concentrarse en su vida universitaria. Su contacto con José y Martín se hizo más infrecuente, y el tema de Marta ni siquiera se asomaba entre sus pensamientos.

(...)

Sin notarlo, la fecha del cumpleaños de Hugo empezaba a acercarse cada vez más. A pesar de los trabajos y las prácticas pendientes, Hugo deseaba celebrar su cumpleaños junto a todos sus amigos, aunque sabía que muchos no podrían estar presentes en dicha 'celebración', pero con quienes pudieran llegar, bebería lo propio (como es costumbre en cualquier cumpleaños). Así, cuando cualquier amigo le preguntaba "¿qué hay para tu cumple?", él siempre respondía "ya veremos ese mismo día en la noche, fácil unas chelas".

El día de su cumpleaños, tras recibir los saludos de todos sus amigos de la universidad a lo largo del día (y de la tarde), Hugo decidió a dónde iría una vez llegada la noche. Al terminar el día de clases, Hugo encontró una grata sorpresa: José y Martín habían ido hasta la universidad a saludarlo por su cumpleaños. Luego de los abrazos respectivos todos se dirigieron al local elegido para empinar el codo las veces que sean necesarias.

Luego de algunos minutos empezaron a llegar más amigos al lugar, se hicieron las presentaciones respectivas, y todos se sentaron a disfrutar de algunas cervezas. Las conversaciones variaban a cada minuto, los temas iban y venían, y se iban y regresaban, y se iban para nunca volver, y llegaban algunos nuevos. Y conforme pasaban las horas, las caras se iban torciendo más, a medida que las sonrisas y carcajadas se volvían mas seguidas. De repente, y sin que lo note la mayoría, Martín se levantó de su asiento a responder su celular; luego de unos minutos de conversación, se acercó a Hugo y le dijo: "Oye, Marta quiere saludarte por tu cumple".

Hugo atendió la llamada. Fueron un par de minutos en los que Marta lo saludaba y él agradecía, siempre cuidando de no soltar ningún comentario que pudiera alertar de algún modo a Martín, quien disimulaba estoicamente la atención que le brindaba a la conversación por celular. Al finalizar el saludo, Hugo cortó la llamada y le dijo a Martín que quería hablar con él; la respuesta de éste último lo sacó de cuadro.

- "Ya sé lo que me vas a contar huevón, no te preocupes, que ya sé todo."
- "¿Cómo así, todo?"
- "Que ya sé que tú y Marta se vieron una vez, cuando ella y yo no estábamos"
- "Ahh?! ¿Ella te contó eso?"
- "Si on, me contó todo, y se sentía un poco mal por haberse visto contigo pes, pero yo sé que no pasó nada, y normal ah"
- "Oye, en serio, sorry si no te lo conté antes, pero no encontré oportunidad"
- "No te preocupes huevón, si todo está bien, ¿no te estoy diciendo que todo normal? ya pes, entonces no te hagas paltas"
- "Martín, en serio, tú sabes que yo nunca..."
- "Yo sé, mierda, yo sé, tú nunca habrías intentado nada, además sé que no querías nada con ella"
- "Claro sólo nos encontramos porque ella dijo que quería conocerme..."
- "Sí, huevón. Tú eres mi pataza y nunca me cagarías. Además, no pasó nada entre ustedes pes, nada más se encontraron y conversaron un toque y ya pes, no pasó nada pes, ¿verdad?"
- "Eh... no, claro, no pasó nada"
- "Sí pes, creo que le llegaste a caer muy bien y luego se interesó en tí, o bueno no sé, pero ahora ya todo está bien entre nosotros"
- "Qué bueno, Martín"
- "Sí on, ahora vamos a seguir tomando por tu cumple, carajo"

Los siguientes vasos de cerveza lograron distraer a Hugo lo suficiente como para dejar el tema en una especie de limbo. Al siguiente día, entre la resaca, los trabajos pendientes y las prácticas, no tuvo tiempo de asimilar la conversación que había tenido con Martín. Una vez que se desocupó de tanto quehacer tuvo mayor claridad para pensar...

Cuando Martín le contó a Hugo que "ya sabía todo", no parecía dolido realmente, sino aliviado, no parecía traicionado sino reconfortado. Cuando Marta le contó a Martín que se había encontrado con Hugo, le estaba confesando algo personal, algo que en alguna otra ocasión podría haberse ocultado, pero al confesarlo le demostraba a Martín lo importante que era él para ella, y la confianza que le estaba brindando, confianza que Hugo no había tenido, al 'ocultar' este evento por tanto tiempo. Martín no estaba dolido, porque nunca hubo una traición real, nunca hubo una segunda intención, sino sólo un interés de Marta en Hugo, interés que, a ciencia cierta, nunca ocultó, pero que nunca pasó a mayores. Martín no se sentía traicionado, porque Marta le había contado "la verdad", porque le había contado que se había encontrado con Hugo y habían conversado. Martín estaba seguro del amor de Marta, porque ella le contaba las cosas para que él no las imagine; en cambio Hugo, las ocultaba. Martín estaba aliviado, porque ahora sabía que en el encuentro entre Marta y Hugo, nunca nada más ocurrió. Martín estaba contento, porque no podía imaginar los caramelos que Marta le había comprado a Hugo, o el tiempo que había ocupado grabándole música, o los amigos a los que había consultado para regalarle 'el llavero perfecto', o los lugares que había recorrido para encontrar la tarjeta de amistad adecuada, o las hojas que había rayado para escribir el cuento más bonito que podía, o la lista de temas de conversación que había preparado para que "en ningún momento se queden callados". Martín estaba tranquilo, porque no podía imaginar que Marta le había propuesto a Hugo ver una película los dos solos en su casa, ya que "sólo se quedará mi hermanita y la podemos mandar a dormir". Martín estaba seguro, porque Hugo no tuvo el valor de contarle el día de su cumpleaños, que las cosas que le había contado Marta, quizás no estaban completas, quizás no llegaban al final de la historia, o quizás se había saltado una escena importante de la obra.

Hugo sintió que ya era demasiado tarde, sentía que sus palabras serían dolorosas y probablemente no serían tomadas en serio, sabía lo enamorado que estaba Martín de Marta, alguna vez lo había oído decir "La amo", y el saber que unas palabras suyas podrían cambiar toda esta felicidad por una profunda decepción lo llevaba a pensar por muchas horas al día, cuál era la decisión más adecuada.

Los días fueron pasando, Hugo cada vez veía menos a Martín. Ambos solían encontrarse muy poco, la mayoría de veces era en algún cumpleaños de algún muy buen amigo en común, y casi siempre entre tragos. Martín estaba realmente enamorado, "pisado" era lo más pronunciado entre sus amigos cuando hablaban de él, y cuando él hablaba de Marta, una gran sonrisa se dibujaba en su faz. Hugo sólo lo escuchaba hablar, y se ponía a pensar en lo injusto que sería destruir esos momentos felices (o llevar el peligro de poder destruirlos), sí, su amigo se había vuelto un maldito pisado, y preferiría verlo sin enamorada, y volviendo a tomar con ellos, volviendo a salir a jugar play juntos, volviendo a recorrer las calles haciendo estupideces o 'viroleándose' viendo a todas las flacas que pasaban por la calle y estuvieran 'riquísimas', pero aún así, no quería que la responsabilidad pudiera ser adjudicada a él y a su maldita confesión.

Hugo decidió que no le contaría a Martín nada, el tiempo de hacerlo había pasado, si Marta era la mujer indicada para Martín o no, si acabarían en algún momento o no, si Marta volvería o no a coquetear con Hugo, si Marta y Martín tendrían hijos y nietos y serían felices por el resto de sus vidas, sólo el tiempo lo decidiría. Mientras tanto, Hugo pasaría el tiempo imaginando muchas cosas, y preguntándose a sí mismo, todos los días, si tomó las decisiones correctas en su vida, y no sólo en la suya.

13 comentarios:

Eduardo dijo...

Bueno Hugo nunca sabra que pudo haber pasado si contaba todo y ya es muy tarde para hacerlo, o no?

Pocho dijo...

Tienes razon edu!quien sabe que hubiera pasado si Hugo se lo decia!...

Pocho dijo...

Oscar tiene toda la razón!...

Anónimo dijo...

Creo que Marta debio regalarle una usb a Hugo

Colifloressecas dijo...

1. Me sorprendiste gratamente. Aunque tienes algunos vicios de redacción ("empinar el codo", "faz"), también has tenido algunas figuras bastante bonitas (los temas de conversación)

2. La parte en cursiva es lo mejor que has escrito.

3. Nadie es feliz para siempre.

Zarif dijo...

Hay Hugo, se tiene que decir todo siempre xq en algún momento se podría enterar
y tu conciencia...
Pero bueno pobre martin!!! Las cosas podrían ser distintas!!

David dijo...

donde hay Hugos? ^^' (serán boss?)
jaja...
____

Ok, Esteban, lo tomaré en cuenta, aunque los vicios de redacción, yo lo consideraba como "una forma de escribir", el que un mismo texto esté matizado de expresiones coloquiales y literarias.

Colifloressecas dijo...

y sí

pero siempre existe la estética

David dijo...

¿o sea no? ^^'

xourge dijo...

M&S tiene razón la parte en cursiva es como el desenlace en Saw que explica que es lo que habia estado pasando a lo largo de toda la historia!

Zarif dijo...

oHHH DAVID, X ESO TE ADMIRO!

Karem C. dijo...

Muy buena historia!...ya Zarif demasiada admiración jajaja..

Oscar R, dijo...

qqqq!! asi acabo??, tu historia tiene final de cuento infantil de Nubeluz, esas cosas nunca terminan asi... esa conversa en el cumple: "sii won, q si te afanabas a mi ex como la huevas"
- no martin que yo te iba a decir.."
he leido todo , y la verdad , que si no eres fan de los post de david, no lo leia( para lo cual no soy fan solo estaba aburrido).
Esa historia puede ser arreglada con un careo entre los personajes un climax en la historia, una pelea, una pasion desnfrenada, (nada de llaveros, ni tofees),...
Esperare otro cuento DAvid..
hasta ahora te ganas un 6 en el show de los sueños.