¿Eso es un adiós?

¿Quién no ha discutido con alguien?, ¿quién no a peleado o reñido con un amigo, amiga, enamorada, agarre, afane, etc?; pues, entre todas las riñas que he tenido en mi vida, las he tenido de dos tipos: las que suelen terminar en un amiste inmediato y las que acaban con: "no te quiero volver a ver", o simplemente un darse la vuelta y dejar parada a la otra persona, lo que manifiesta tu enojo o desilusión. Ahora bien, si nos damos cuenta, siempre estas riñas parecen tener un formato dado, un inicio, un desarrollo y final establecido.

Una vez fui a ver a una amiga, una flaca muy chévere y muy cercana a mí. Como suele darse muchas veces, cuando se tiene una tan buena amiga, esta amistad pasa el delgado límite, y ya saben qué pasa, y...sí pues, estaba afanando a esta amiga, y como que había algo entre nosotros.

En la madrugada de ese mismo día, habíamos tenido una conversación muy fría por el messenger, y pensé que algo andaba mal, así que en la tarde, saliendo de clases, decidí ir a su casa (planeaba conversar con ella sólo un par de horas). Una vez ahí conversamos de lo más normal, incluso salimos a dar una vuelta y comer unas hamburguesas. Sin querer, ya había pasado algo más del par de horas planeado, y cuando estaba a punto de despedirme, suena el teléfono de su casa. Todo se quedó en silencio. Contestó una prima de mi amiga (simpática, por cierto) y dijo: "Amiga, es para ti... R" (vamos a llamar a mi amiga por ese nombre: "Amiga"). "Uhmm,esto no va bien" - pensé, sabiendo que R es el ex de Amiga - "vamos a aprovechar que Amiga suele hablar con un tono de voz muy alto, para más o menos saber de qué trata la conversa que tiene con R". Bueno, solo pude escuchar risas y nada más, lo que me pareció muy raro, porque eso me hacia pensar que estaba siendo cautelosa con su conversa y evitando que yo escuche. Una vez terminada su conversa telefónica salió y me dijo: "¿Sobre qué estábamos hablando?", a lo que respondí: "creo que estaba por irme"; claro está que mi estado de ánimo y la expresión en mi rostro cambió notablemente, a lo que ella me dijo: "¡Qué rápido cambias tu animo, Eduardo!"... "Uy si, qué animado estoy después de que te llamó tu ex y tuvieron un inocente conversa de mas de 20 min" - pensé sarcásticamente.

Sin nada más que decir, me retiré, y cuando estaba a tres casas de la suya, me acordé de que tenia que darme algo, así que regresé. En esta segunda despedida tuvimos una conversa inicial, muy corta, en la que nos decíamos palabras sin sentido o ilación con un tema especifico, hasta que dijo: "Bueno, tengo que decirte algo" (una de las peores frases que te puede decir una chica a la cual estas afanado y que, minutos antes, ha recibido la llamada de su ex). Entonces, tragando saliva, mostrándome indiferente, y pensando en qué podría ser, le dije: "Adelante, di lo que tengas que decir". Entonces lo dijo: "EDUARDO, HE VUELTO CON R". Afortunadamente soy muy lento para asimilar las cosas, así que lo único que pensé fue: "creo que es hora de seguir los consejos de mis amigo y mandarla a la m...."

En esos momentos es cuando, involuntariamente, uno recuerda sus distintas peleas, y sabe qué tipos de palabras debe comenzar a decir para manifestar su cólera y, ¿por qué no?, hacer sentir mal a la otra persona, e incluso se planea el final de esta riña, uno piensa en cosas como: "Que seas feliz, ja... aunque no lo creo", "La vida da muchas vueltas... adiós, o, hasta nunca". Bueno, cada uno tiene su estilo, pueden ser más trágicos, más crueles, desesperados o sarcásticos.

Comencé bien la discusión y manifestación de mi cólera. Ella se mostraba callada (típica postura de alguien culpable). Fueron como 45 minutos de monólogo, en donde cada cosa que decía era más hiriente que la anterior, y podía notar cómo cuanto peor se sentía ella, mejor me sentía yo (muy mal, ¿verdad?, pero, bueno, quién no ha dicho cosas de ese tipo cuando está dolido). Cuando acabé de decir lo que tenia que decir - y tenia que usar alguna de esas frases típicas para cortar la conversa - ella comenzó a hablar con una aceptación de culpa y una petición de disculpa (mínimo no?). Ahora bien, conforme pasaba el tiempo, notaba que la despedida planeada se iba alejando mas y mas y entonces me di cuenta de algo, o mas bien me acordé de algo. Recordé por qué había planeado una visita de un par de horas, y era por el simple hecho de que justo ese día, justo ese día, había dejado la billetera, y sólo tenia sencillo en mis bolsillos; así que no contaba con mucho dinero como para regresar a mi casa en taxi. Pero, bueno, dejé que el tiempo pase y pase, la conversa fue disminuyendo en intensidad y las palabras ya no sonaban tan duras. Derrepente, se me ocurre sacar mi celular y, "uy 1 y 30 de la mañana". Rapidamente calcule el dinero que tenia en el bolsillo y lo que iba gastar en irme a mi casa, ajusté lo mas que pude ese pequeño presupuesto y lamentablemente no llegaba ni a la mitad de lo necesario. Bueno, la conversa seguía y yo solo pensaba en como irme a mi casa, así que se me ocurrió la descabellada idea de prestarle dinero a Amiga, ja!; cuando lo pensé, me dije a mi mismo: "seria el colmo de la frescura, jaja, pero bueno vamos a ver que pasa". Entonces, cuando note que la conversa acababa, le dije con voz seria y de resentido: "Antes de irme quisiera pedirte un ultimo favor, por la dizque amistad que tuvimos y los lindos momentos que pasamos juntos". Me pregunto qué habrá pensado ("uy, ahorita me pide un abrazo y un beso de despedida" o "Me va decir que lo recuerde como el mejor amigo que he tenido" o algunas de esas cosas que suelen pensar las mujeres y que efectivamente se suelen decir en esos momentos). Fue un minuto de silencio, en el cual planeé la forma más formal y fresca a la vez de decirle que me peste dinero. Entonces lo hice y dije: "Bueno, ha sido una conversa muy necesaria y veo que ya es tarde y no hay nada más que decir, solo adiós"... silencio... "Ja, y yo solo venia a conversa 2 horas contigo, y fíjate, es tardísimo, dios!, ahora no sé cómo irme a mi casa, caminare supongo" (¿caminando?, ja!, caminando me tomaría más de 6 horas en llegar); y como era de madrugada y, aprovechándome de su sentimiento de culpa, dije: "Bueno, el ultimo favor que te quería pedir es... ¿crees que me puedas prestar dinero para el taxi?". No sé cómo hice para contener la risa. En eso, ella me miró y dijo: "está bien, espérate", entro a su casa y sacó algo de dinero y me lo prestó. No quiero saber qué le habrá pasado por la cabeza en esos momentos, pero no creí que yo fuese capaz de decirlo, en serio.Finalmente me fui y llegue a mi casa normal, le conté eso a un amigo y me dijo: "sólo tú podías hacer eso, algún día debes de publicar eso en un blogg", y... miren ya lo hice.

En fin, a veces las riñas no terminan de la manera más apropiada, o de la manera más esperada, pero, pocas veces terminan así.